El autoconocimiento, pata de la Atención plena.
El autoconocimiento es considerado la tercera pata del entrenamiento en Atención plena (Mindfulness), necesaria para la evolución del individuo y para que se dé una transformación vital.
El autoconocimiento es la comprensión o el entendimiento que una persona adquiere sobre sí misma a lo largo de la vida, sus cualidades y defectos o limitaciones, sus necesidades, deseos y temores.
La rueda de la vida
Crea tu rueda de la vida a partir de un círculo en el que dibujas quesitos (como los del trivial) y cada porción corresponde a un aspecto relevante de tu vida (cuidado personal, familia, pareja, amigos, ocio, formación, ocupaciones, cooperación, espiritualidad, etc).
Es interesante hacerla y vigilar que atendemos todas las parcelas, que no hay mucho desequilibrio entre unas y otras. Suelo recomendar hacerla a las personas a las que acompaño en su proceso de autoconocimiento. Proceso en el que se re-conocen, se dan cuenta, se vuelven a descubrir como los seres maravillosos que son, más allá de sus personajes.
Este ejercicio sirve para identificar áreas de mejora en nuestra vida, forma parte del autoanálisis para un mayor autoconocimiento.
Atención plena o Mindfulness transforma tu vida
Al principio he dicho que el autoconocimiento es imprescindible para que se dé una transformación en la vida de una persona, junto con la meditación y las prácticas informales de atención plena al momento presente (que son las otras dos patas del entrenamiento Mindfulness).
Se trata de un proceso de crecimiento personal. El crecimiento personal nace del interior de uno mismo. Es una transformación que la persona experimenta tras un suceso o experiencia generalmente doloroso, molesto, incómodo, que le lleva a mirar hacia el interior para descubrir qué es lo que está pasando y esto le lleva a la superación del momento y a su expansión como ser humano.
Acompañamiento en el proceso de crecimiento personal
Está claro que es un proceso de vida que realiza o propicia la persona individual, cada ser para sí mismo. Por el camino, durante dicho proceso, tal vez, la persona se sienta atraída por otras personas que le facilitarán el trayecto y también por otras que se lo pondrán más difícil. Todo es necesario para nuestro aprendizaje o evolución, aunque, a veces, no lo veamos así.
Quiero pensar que entre las primeras me puedo encontrar. Es decir, que los coaches, entrenadores, asesores, instructores, mentores, maestros, terapeutas, etc. podemos vernos como seres que facilitan la vida o el tránsito por la misma a sus congéneres.
Proporcionamos escucha, atención plena, conocimientos, prácticas, estrategias, ejercicios, lo que sea más apropiado en el momento, que aplicado por la persona que consulta, le conducirá a un mayor entendimiento de sí mismo, de la vida y de sus semejantes.
Proceso de crecimiento personal
El proceso de crecimiento personal, se da al atender al interior, indagar para descubrir potencialidades, propósito y sentido de vida. Este proceso será realizado o asumido siempre por la persona que tiene inquietud o curiosidad por evolucionar.
El papel del acompañante en estos procesos de transformación es una dedicación atenta al ser que se presenta con su inquietud, implica una actitud amable y acogedora, y la intención de ser plenamente consciente en el acompañamiento.
Desde la conciencia plena se puede acompañar a:
- Descubrir las heridas que nos han hecho cerrarnos como ostras y no mostrar al mundo nuestra belleza.
- Bajar a las profundidades emocionales, estar sin miedo y subir.
- Ascender no solo del averno _como Deméter_ a la tierra, sino elevarte por encima de las ideas del mundanal ruido.
- Despertar la confianza en las capacidades divinas que tenemos y en nuestro potencial.
- Fluir, brillar y sentirte en armonía con el mundo, aceptando lo que la vida te da, vivir plenamente.
- Aplicar técnicas o prácticas que pueden ayudar a realizarte como mejor persona, como la mejor versión de ti mismo.
Me dedico a acompañar
‘Dedicarme’ es el verbo que prefiero antes que trabajar. Escrupulosidades; igual no tiene tanta importancia este matiz, pero con ello pretendo marcar la diferencia entre esforzarse y fluir. La dedicación conlleva entrega, poner atención plena o conciencia plena en el aquí y ahora, y no salirme de mi centro, de la conexión con la fuente.
Acompañar desde el silencio
En muchas ocasiones es preciso transmitir esos conocimientos que tengo y que otros creen necesitar. Pero, si me preguntas, confieso que apuesto y confío plenamente en acompañar desde el silencio (interior y externo), que es de lo más sanador.
Cuando alguien viene a consulta o a un encuentro grupal o a un retiro, como el programado para Noviembre (Retiro de Mindfulness otoño en Asturias), suele necesitar llevarse un aprendizaje. Generalmente se espera que este sea en forma de un conocimiento nuevo, ya sea una técnica de relajación, un método de respiración que le ayude a sentirse mejor, un ejercicio que le alivie las tensiones de cierta zona del cuerpo. O un mantra o sentencia que le libre de alguna preocupación…
Conectar con la verdadera esencia
Así es la mente de todos, acostumbrada a aprender, a acumular conocimientos, que cree son imprescindibles para sobrevivir, para protegernos de todo mal. Cuando aparcamos la mente y conectamos con nuestra verdadera esencia descubrimos que no son tan imprescindibles. Sí, necesarios.
Es preciso potenciar, desarrollar, poner el foco de atención en la intuición, en nuestro sexto sentido, en la inteligencia del corazón. Así seremos seres completos, con todas nuestras partes funcionando en colaboración. Cada parte gana y se potencia con la unión.
En conclusión:
Acompañar desde el silencio va más allá de transmitir conocimientos, más allá de técnicas que te pueden cambiar la vida, más allá de la comprensión humana incluso. Y, por supuesto, más allá de mi capacidad para transmitirlo en palabras. Solo es posible saber de qué se trata si lo experimentas, lo vives.
Puedes incluirlo dentro del apartado de crecimiento personal de tu círculo de la vida, ese que te recomiendo hacer para atender todos los aspectos de tu vida que conviene no descuidar, para que ésta sea feliz y plena.
¿Qué aspectos incluirías en ese círculo? Espero que se encuentre alguno relacionado con tu espiritualidad o atención personal más allá de lo meramente físico o mental. Para cualquier cosa en esta línea, ya sabes dónde encontrarme, estaré encantada de tener un encuentro contigo, encuentro en el Silencio.